8
de diciembre de 1900.-
¡Al
fin en casa!¡Por fin!Bueno... esta no es mi casa. Es un motel de mi
ciudad natal. Ahora ya no se llama Garnata. Ahora la ciudad se llama
Granada. Mi casa ha sido convertida en algo que los humanos llaman
“La Madraza” o algo así, razon por la cual estoy hospedada en un
discreto motel que, afortunadamente para mí está abierto todo el
día. Después de estar viajando por el mundo la friolera de 300
años, ahora lo que más necesito es descansar, pero a juzgar por el
ruido de afuera, eso es de lo que menos voy a obtener.
El
asunto de la inglesa, bueno...tal y como auguraron mis padres,
Isabel, pues así se llamaba la señora, falleció en 1603.
Es
cierto que, cuando era niña, había persecución contra brujas y
vampiros,pero estos últimos 300 años, y hasta hace poco, las cosas
sólo han ido de mal en peor así que, desde que me fui, he tenido
que extremar al máximo la precaución que siempre tengo cuando salgo
a cazar o por motivos de trabajo.
A
la muerte de la “Reina Virgen” le siguieron conspiraciones y
traiciones palaciegas, de las que me aburrí enseguida (no eran más
que humanos intentando traicionar a otros humanos),... guerras,
asesinatos por encargo, persecución contra brujas y vampiros,... más
guerras, más asesinatos por encargo,... y lamentablemente... en cada
paso que daba tenía a un miembro de mi familia de “Caza Vampiros”
favorita, detrás de mí haciendo “su agosto”. Es decir,que
ademas de preocuparme por la caza de brujas, también debía cuidarme
de ese hato de borregos.
Afortunadamente
todo eso de la caza de brujas (y vampiros, aunque no lo digan)
terminó hace apenas 100 años. Ahora solo debo preocuparme de no
cazar en según que lugares. Algo que hay que agradecer al hecho de
que ciertos humanos hayan insistido en que no existimos y que, de ser
reales, ya hemos sido exterminados en su momento.
Así
es. Los Pelaez Y Albar. Siguen siendo los mismos, incluso en los
tiempos en que intentaron lucrarse con un oficio que ni tan siquiera
saben hacer bien. No han cambiado nada en estos 300 años. Bueno sólo
han cambiado un elemento. Su apellido. Le han quitado la “Y” que
hay entre “Pelaez” y “Albar”. Ahora su apellido, porque lo
han unido convirtiéndolo en uno solo, lo escriben con una linea en
medio. Así: “Pelaez-Albar”.
Bueno,
miento. Han cambiado dos cosas: Su apellido y su profesión. Ya no
son “Caza Vampiros”. Ahora dicen que son “Especialistas en el
Mundo Paranormal” y algunos, incluso han decidido retomar la senda
de su antepasado.
Para
ocultar su oficio ahora se venden como “Anticuarios” pero eso si.
Muy versados en ocultismo, parapsicología (ciencia que está como
quien dice “en pañales” mucho más que su hermana mayor la
psicología que, desde 1879, es un campo de estudio por pleno derecho
y aun sigue siendo parte de la filosofía), magia(de todo tipo y
condición) y todo lo que tenga que ver con la mística y el mundo
paranormal.
Espero
que ahora SI les vaya bien porque con su otro oficio,no sacaban nada
salvo disgustos...buscados por ellos mismos puesto que nadie les
creía capaces de cazar a una bruja o a un vampiro. No es que no lo
hayan intentado. Desconozco a que bruja trataron de cazar, sin éxito,
pero trataron de cazarme a mí(nada nuevo) y definitivamente no lo
lograron. De echo ni tan siquiera estuvieron cerca de lograrlo.
Hay
otra cuestión que me ha impulsado a regresar a mi ciudad natal,
ademas de la ya extinta caza de brujas y el deseo de descansar. Para
no levantar sospechas entre los humanos, a lo largo de estos 300 años
he cambiado varias veces de nombre y de profesión.
Ahora
me hago llamar Faith (leido “feiz”). Faith Lilithien(mis
familiares ahora también tienen otros nombres: mis padres ahora se
llaman Eva y Robert y mis hermanas - las trillizas de carácter
fuerte - Toya, Karina y Samantha) y vamos a dejarlo en que ahora me
dedico a un oficio menos violento. Ahora, y gracias a todos los
conocimientos adquiridos a lo largo de mi existencia, me dedico a
investigar. Soy lo que los humanos de ahora llaman “detective
privada”.
Esa
es otra de las razones que me han hecho volver. Hace apenas unos días
recibí un telegrama de una de mis hermanas. Según el mensaje de mi
hermana Toya alguien había robado “Gema De Sangre”, una joya
muy antigua y muy valiosa que lleva en la familia varios milenios.
La
joya robada es un collar, sencillo con una fina cadena de oro, que
puede convertirse en gargantilla. En la parte central, el colgante
tiene un rubí rojo como la sangre. La joya es, en si misma, una
pieza de joyería bellísima, no hay porque negarlo pero lo más
curioso de la pieza en sí es la procedencia del rubí.
Tiempo
atrás, según cuenta mi padre, el rubí era parte de un cetro tribal
ahora desaparecido. Un emblema del poder que ostentaba la familia de
mi padre en los tiempos en los que el mundo se organizaba en tribus y
estas solían llevar una vida bastante nómada. La gema es especial
por varias razones. Entre ellas, está el hecho de que la joya fue un
regalo de aniversario que mi padre le hizo a mi madre.
El
hecho de que haya sido robada es algo que me preocupa. Y mucho. Ahora
mismo no quiero hacer conjeturas. Antes debo reunirme con la familia
para saber como ha pasado todo.
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