En general no nos va mal.
Ya hemos dado dos o tres conciertos y puede decirse que el éxito no
fue nada despreciable.
Pero, desgraciadamente
para nosotras, las cosas no siempre nos han ido tan bien.
Durante años estuvimos
batallando de puerta en puerta buscando una oportunidad para tocar y
presentarnos como grupo.
En todo ese tiempo muy
pocos, por no decir que casi nadie, nos tomaron realmente en serio.
Casi todos decían entre
risas que “J.S.R” era “un grupito más de niñitas aporreando
unos instrumentos y que simplemente juegan a que son artistas como
las de la “tele””.
Cuando por fin alguien
nos hizo caso y nos tomó en serio nos fuimos a celebrarlo a un sitio
de nuestra ciudad llamado “El Embrujo de Graná”.
Después el trabajo
durante los ensayos se intensificó debido los conciertos que
teníamos pactados con el dueño del garito donde tocábamos.
¿El nombre del
garito…?mejor olvidarlo. Sólo recordarlo dan ganas de llorar
pensando en que tuvimos que tocar en ese estercolero de mala muerte
a cambio de cuatro duros,... las pocas veces que nos pagaba el
cretino que ese cuchitril tenía por propietario.
Éramos muy buenas y
llenábamos el local una vez por semana, cuando teníamos que tocar.
Fueron tiempos muy duros
pero, en general, valieron la pena.
Licy y Thelma empezaron a
salir con unos muchachos pero al poco tiempo tuvieron que dejarlos
por falta de tiempo y por sentirse muy agotadas física y
espiritualmente.
Llegado ese punto,
debieron elegir y elegir bien.
El trabajo, tocar en ese
pequeño garito y salir con los muchachos exigía tener que
sacrificar tiempo para alguna de los tres.
El caso exigía
reestructurar prioridades:
¿El trabajo? Imposible.
El dinero les hacia falta, igual que a todas, para pagar las
facturas: las de casa y las del estudio.
¿La música? Ni hablar
del peluquín. Antes se dejaban cortar un brazo que abandonar el
grupo que tanto tiempo les había costado reunir y asegurar.
No tuvieron otra
elección:
El novio. Con todo el
dolor de su corazón tuvieron que cortar sus relaciones con ellos.
Por suerte los chicos con
los que salieron eran muy comprensivos y supieron entender lo
importante que era para ellas la música, además de encajar bastante
bien el golpe del corte.